En una audiencia celebrada este jueves, el acusado, de 19 años, ha comparecido vestido con mono color naranja, esposado y acompañado de su abogada, que asegura que su defendido se encuentra «profundamente arrepentido», «roto» y que es «consciente de lo que está pasando».
El joven ha admitido que es el culpable de la masacre y ha dado detalles sobre cómo actuó: llegó en Uber a las 14:19. Activó las alarmas de incendios para hacer salir a estudiantes y profesores y fue por los pasillos disparando a la gente, más de 100 balas, según una fuente del Sun Sentinel.
Se mezcló con los estudiantes que huían para escapar y se fue a un local de la cadena de sándwiches Subway, dentro de un Wallmart cercano, para beber algo. Después se dirigió a un Mcdonald’s, cerca de donde fue identificado y detenido.
Según ABC News, oía voces en su cabeza que le decían que cometiera la matanza.
Cruz compró en 2017 el arma que usó, un rifle AR-15, en una calle comercial de Coral Springs. Este jueves la tienda, Sunrise Tactical Supply, estaba cerrada y siendo investigada. Pero los expertos indican que el tirador la adquirió de forma legal, ya que tenía más de 18 años y no era inmigrante ilegal.